Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en la UE. Los RAEE contienen una compleja mezcla de materiales y componentes, que además son en parte peligrosos. Si no se gestionan adecuadamente, los RAEE pueden causar graves problemas ambientales y sanitarios. Además, la producción de productos electrónicos requiere el uso de recursos escasos y caros.
Para hacer frente a estos problemas, la Unión Europea ha puesto en marcha dos actos legislativos: La Directiva sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Directiva RAEE) y la Directiva sobre restricciones a la utilización de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos (Directiva RUSP).
Los proyectos, informes y orientaciones de IMPEL sobre la aplicación de la Directiva RAEE y el transporte transfronterizo de residuos electrónicos pueden consultarse en este subtema.
Directiva sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.