Daños medioambientales e importancia

El daño ambiental se define en la DEE en términos de daño a especies protegidas y hábitats naturales, daño al agua y daño al suelo. En el centro de estas definiciones, y ausente de la definición de daño, está el concepto de importancia. En la DEE sólo se exigen medidas para la gestión inmediata de los factores de daño o medidas correctoras cuando los efectos adversos se consideran significativos. Las medidas para prevenir los daños ambientales sólo se exigen cuando los efectos adversos se están convirtiendo en significativos o se prevé que lleguen a serlo. La Comunicación COM de la UE enumera varias consideraciones que deben aplicarse para garantizar una interpretación común de la evaluación del carácter significativo, incluidas las circunstancias en las que surge la necesidad de evaluar el carácter significativo, la finalidad de la evaluación del carácter significativo, las responsabilidades jurídicas relativas a la realización de la evaluación, el contexto o contextos en los que debe realizarse la evaluación, el enfoque de la evaluación, la realización de la evaluación y la determinación del carácter significativo. La Comunicación establece que “La importancia de los efectos no depende necesariamente de que estén presentes a gran escala. El concepto de lo que es “significativo” está relacionado con la noción de cambios adversos mensurables y deterioros que se encuentran en la definición de “daño” ².
Cada tipo de daño ambiental, especies y hábitats naturales protegidos, agua y suelo, se analiza en la Comunicación en función del ámbito material y geográfico del recurso natural o servicio de que se trate, los conceptos de referencia para los efectos adversos sobre dicho recurso natural o servicio y la evaluación de la importancia.
Cabe señalar que el menoscabo de un servicio de un recurso natural, en ausencia de un efecto adverso significativo sobre el recurso natural, no constituye un daño medioambiental con arreglo a la DEE ³.